La principal preocupación del votante frente al gasto que suponen las diferentes acciones enmarcadas dentro de las soluciones smart, destaca claramente el gasto que se deriva de las luminarias. No en vano, este representa más de un 30% de media del gasto energético global del presupuesto anual, por lo que cualquier acción de ahorro y eficiencia que se aplique a esta linea, dará como resultado un % de ahorro muy notable a lo largo de una legislatura.
El problema no reside en no tener una buena herramienta de medición ahora… el problema estará dentro de un par de años cuando se opte por algún tipo de solución smart y entonces se eche en falta no haber tomado medidas y contar con un histórico de más de dos años.
Ahí es donde se pone de manifiesto la importancia de tener equipos de medición fiables y multidispositivo, porque sólo a través de la comparación se pueden tomar decisiones con fundamento y derivar conclusiones correctas de la comparación de resultados. Tan importante es tener mediciones fiables como una plataforma donde se pueda visualizar correctamente la disposición y la ordenación de los datos. No en vano éste es el principal foco de gasto en una entidad pública, debido al gran número de luminarias que posee una población por lo que, haciendo una pequeña intervención en su gestión y administración, la diferencia entre resultados son notables desde el primer momento.
A día de hoy, la media de potencia usada por el alumbrado público en poblaciones menores de 20.000 habitantes representa un 38.53% del total de la energía gestionada por el municipio, haciéndose imperativo el adoptar una política de ahorro y eficiencia energética en este sector.
Nuestra experiencia derivada del trabajo en más de 15 ayuntamientos que han implementado políticas de cambio de luminarias tradicionales a modelos Smart, arrojan resultados como que sólo con los sistemas de gestión de cuadros eléctricos, se obtiene un ahorro del 55% respecto a la facturación del año anterior.